La Renta Mínima de Inserción Social es la prestación económica garantizada del Sistema Público de Servicios Sociales orientada a la erradicación de la marginación y la pobreza.

La unidad familiar se encuentra en situación de exclusión social o riesgo de estarlo cuando a la insuficiencia de rentas se añadan otras dificultades (de índole personal o condicionadas por el entorno), que impidan superar la situación de manera autónoma.

Las situaciones de pobreza concurren cuando por motivos, principalmente económicos, no se tienen cubiertas las necesidades básicas para una subsistencia digna.

La urgencia social de estas circunstancias requiere de una actuación inmediata, sin la cual podría producirse un grave deterioro, agravamiento del estado de vulnerabilidad y de desprotección en una persona o, en su caso, una unidad familiar.